6 lecciones del COVID-19

Club de Branding e Innovación
3 min readDec 1, 2020
Photo by Ben White on Unsplash

En marzo de 2020 el mundo, el Máster y nuestras vidas y las de nuestros amigos y familiares experimentaron una gran sacudida con la pandemia del COVID-19, uno de esos acontecimientos únicos que ocurren dos o tres veces en la vida y que, como es lógico, también ha condicionado el desarrollo del Club de Branding e Innovación.

Para pensar el mundo en el que estamos, el mundo del coronavirus, puede servir el célebre inicio de Historia de dos ciudades, la novela de Charles Dickens (este año, por cierto, celebramos su 150º aniversario):

“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. La edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero nada teníamos, íbamos directamente al cielo y nos perdíamos en sentido opuesto”.

Sin ningún afán de ser exhaustivo, asoman ya varios aprendizajes y descubrimientos de estos meses. Los he resumido en 6.

En primer lugar, somos frágiles. A pesar de todos los avances científicos nuestra vida sigue pendiendo de un hilo y distamos mucho de tener las cosas bajo control. Tenemos que seguir pensando sobre ello: abrazar la vulnerabilidad nos enriquece. La humildad nos hace mejores. A menudo, quienes creían tener todas las respuestas en esta crisis han tenido que dar marcha atrás. La crisis del coronavirus no es una crisis para arrogantes. Sólo podremos confiar en quienes saben reconocer sus limitaciones.

Segundo, el papel de la tecnología. La tecnología nunca es la solución, pero es una gran ayuda. Cuando llegó el coronavirus, la tecnología estaba en un momento difícil, recibía numerosas críticas y aumentaban las dudas de los expertos sobre su impacto positivo. En estos meses, hemos visto que podemos hacer mucho más de lo que pensábamos: la tecnología ha sido una gran aliada para evitar que el mundo se parase. La transformación digital ha llegado para quedarse y nos ha descubierto nuevas oportunidades y nuevos públicos.

Tercero, hemos tenido que repensar la planificación: de hecho, planificar en exceso se ha convertido en un riesgo. Una de las conclusiones de la crisis es que debemos hacer planes sabiendo que es muy probable que los tengamos que cambiar. Nos cuesta vivir con esa incertidumbre, pero vamos a tener que acostumbrarnos: la agilidad y la flexibilidad cotizan al alza en una crisis que, siete meses después, todavía no sabemos cuánto durará y de la que aún sabemos cómo saldremos.

Cuarto, la globalización. La globalización es una realidad. La pandemia ha convertido el planeta en una comunidad. Ha sido intensa en casi todos los lugares del mundo afectando en sus distintas fases al Norte, el Sur, el Este y el Oeste: seguimos lo que pasa aquí, en Estados Unidos, en la India, en China, en Italia, Brasil, Argentina, México, Chile o Nueva Zelanda. Al mismo tiempo, el COVID es una enfermedad local que nos sitúa en nuestras comunidades y cambia nuestros comportamientos más cercanos. Va a ser muy interesante estudiar cómo evoluciona esta aparente paradoja global-local.

En quinto lugar tenemos que pensar en la confianza. Hemos visto cómo la pandemia acelera la difusión de rumores, versiones incompletas y mentiras en un momento en que la información de confianza era cuestión de vida o muerte para personas, empresas e instituciones. Los medios no siempre han sabido estar a la altura contrastando sus noticias: la velocidad ha podido con la precisión. La clase política, más pendiente de apuntarse tantos y repartir culpas que de resolver los problemas que tenemos, tampoco ha vivido su hora más brillante. Una de las grandes preguntas de nuestra época es ¿en quién puedo confiar?

Por último, hemos descubierto que solos no podemos nada. Hemos comprobado hasta qué punto dependemos de los demás: el trabajo en equipo y la colaboración nos ayudan a salir de la catástrofe, recordándonos otra vez que estamos en una casa común. La ilusión individualista se desvanece…

Agilidad, confianza, colaboración, globalización, tecnología, vulnerabilidad. Seis palabras para seguir pensando y aprendiendo juntos en el Club en los próximos meses.

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